El castro pertenece a la Edad del Hierro. Tiene un recinto principal circular de unos 40 m de diámetro tomados en su perímetro exterior. Aparece defendido por un terraplén. El sistema defensivo se refuerza precisamente en el sur con un foso de 6-7 m de ancho que se prolonga por el oeste y sureste, pero en esta zona el acondicionamiento de los terrenos para un prado desdibujó la estructura. Por el extremo noroeste presenta restos de un parapeto de unos 5 m. de ancho. Al noroeste del mismo se abre una pequeña plataforma aplanada y con caída cara el riego, pero en el que no se visualizan restos de estructuras. En la zona oeste es visible el parapeto que, por la situación y configuración, podría estar relacionado con la existencia de un tercero recinto en este sector. Esta idea aparece avalada por la prolongación del foso y por la forma aterrazada del bosque en este sector. Sin embargo, la inexistencia de terraplenes y la apertura de caminos y excavaciones dificultan la delimitación de ese posible recinto