Este templo situado en el borde oriental del valle del río Louro, cuenta con un origen histórico de la vida monástica en Budiño que se remonta al siglo X, cuando los Condes de Toroño crearon un monasterio dedicado a San Salvador y estuvo en manos de la Orden de Cluny, pero fue desvalijado en el año 1344 y prácticamente destruido.
La Iglesia se ubica donde se emplazaba un antiguo convento franciscano hasta que en el año 1835 con la desamortización, la propiedad del edificio pasó al Estado y los monjes abandonaron el convento.
Se trata de un templo protorrománico con origen entre los siglos IX y X. Fue un monasterio en el que habitaron una comunidad de monjas benedictinas. Esta antigua iglesia monacal está formada por dos capillas, una románica y otra gótica.