Capilla de los Martores o de San Mamede

Es una capilla de origen paleocristiana inspirada en la arquitectura romana, construida originariamente entre los siglos IV y V, aunque fue ampliada en el siglo XII con inspiración románica.

Conserva su aspecto primitivo y no cuenta con ningún tipo de ornamentación. Su fachada es sencilla y adintelada y la corona una espadaña, y junto a la puerta hay una pequeña mesa a la que llaman pousadoiro para la celebración de ritos.

Es un lugar plagado de historias y leyendas, ya que durante la restauración descubrieron un ara romana dedicada al dios Mercurio, del s. I, y una necrópolis sueva. También cuenta con un sarcófago antropomórfico medieval en el exterior, orientado hacia el Este-Oeste, donde se cree que fue enterrado el obispo hereje Prisciliano.

El topónimo del lugar "O Martores" se traduce como Los mártires, aludiendo a la existencia de mártires enterrados aquí.