En este cruceiro se hecha en falta la columna y el capitel que sin duda en otros tiempos parte de otro conjunto.  El pedestal, prismático, está situado encima de una roca del propio terreno. Presenta en las cuatro caras unos amplios rebajes en cuadrado, que en el frente enmarca una calavera con los tibias cruzadas y en la posterior un sapo con las extremidades abiertas.  La cruz de sección rectangular, termina en cartela de INRI, pero debido al desgaste de la piedra, también muy manifiesto en las figuras, ya no es posible leer las letras. Presenta roturas en el brazo derecho, unidas con una pasta marrón. El Cristo inclina la cabeza, coronada de espinas. Tiene los pies cruzados atravesados por un clavo redondo y sobresaliente que ocupa casi todo el pie. Los brazos son largos, y las manos, en donde no se aprecian los dedos, con grandes clavos. La Virgen de la cara posterior es más alta que el Cristo